Si no tienes hambre para comerte una manzana, entonces ¡No tienes hambre!
Descubre ¿Hambre o Ansiedad?
1. Aprende a determinar si en realidad sientes hambre, a veces el aburrimiento o la tristeza te llevan corriendo a la cocina y este tipo de hambre emocional hace que sigas comiendo aunque estés lleno, mientras que si tienes hambre física te sentirás satisfecho con cualquier tipo de alimentos.
2. Identifica los sentimientos que te hacen comer excesivamente, como estrés, fatiga, aburrimiento, problemas familiares, baja autoestima, entre otros.
3. Toma el control, Una vez que hayas identificado las razones que te hacen comer por ansiedad, puedes entonces concentrarte en buscar alternativas que te hagan salir de ese círculo vicioso, como por ejemplo practicar ejercicio, leer un libro de tu agrado, hablar con tus amistades, tomar una siesta reparadora.
4. Elimina los alimentos que son tentadores en tu casa, y en lugar de ello es mejor abastecerte de frutas o vegetales frescos, barritas de energía, bajas en calorías que puedan servirte de merienda y en el caso de que no puedas evitar la tentación, no te hagas sentir culpable.
5. Evita saltarte comidas que puede llevarte a comer excesivamente después y bebe 8 vasos de agua al día. Muchas veces creemos tener hambre cuando en realidad lo que tenemos es sed.
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